Casas palafíticas construidas con retazos de madera emergen en Mallorquín. Están en la zona de Los Tambos, perteneciente al barrios Las Flores. Junto con los rellenos de escombros y la tala de mangles se convierten en otra de las amenazas de la Ciénaga.
Los Tambos también suele ser llamado por sus vecinos como “El Caguán”, asociándolo a lo peligrosa que fue la población del Caquetá, en algún momento zona de distensión otorgada por el gobierno de Andrés Pastrana para iniciar diálogos con las Farc.
Su gente lava sobre la ciénaga, la usa como baño y también como depósito de basuras. Ruth Granados, docente de la facultad de Trabajo Social de la Universidad Simón Bolívar, afirma que este cuerpo de agua padece de un daño ambiental “agudo” por cuenta de las casas ubicadas en esta zona.
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